Durante el porfiriato, Porfirio Díaz
creó la escuela primaria pero ésta no alcanzaba la cobertura a todos los
contextos, ya que sólo se enfocaba al contexto urbano, dejando a un lado el
rural e indígena; aquellos donde se concentraba el mayor número de analfabetas.
Fue hasta el año de 1911 donde el Dr. Francisco Vázquez Gómez creó la escuela
rudimentaria, que esta servía de base para la educación rural. Donde el objetivo
primordial era proporcionar educación al pueblo, principalmente a los indígenas
como su nombre lo indica, estas escuelas se establecerían en las regiones de
mayor número de analfabetas.
Para los años de 1911 a 1913 el
presidente Fco. I. Madero, había prometido ampliar la cobertura de la educación,
pero debido a las limitaciones existentes y el apoyo tan precario que se le
destinaba a la educación, no llegó a cumplir dicha promesa. Por lo que se dedicó
a apoyar la educación rudimentaria existente sin sufrir algún
cambio.
En el periodo de 1913 a 1914
Victoriano Huerta, fue nombrado secretario de instrucción vera español, donde se
dio a la tarea de impulsar las escuelas rudimentarias; se comprometió a
construir cinco mil escuelas más, para esto recaudo 4.5 millones de pesos. Los
cuales fueron insuficientes para cumplir este objetivo, para lo cual Victoriano
Huerta opto por renunciar y a los pocos meses la escuela rudimentaria fue
suspendida.
Posteriormente Venustiano Carranza
jefe del ejecito constitucionalista, en los años de 1913 a 1917, la educación
dio un giro de 180 grados, ya que la secretaría fue desmantelada, aduciendo que
se había convertido en un nido de corrupción y favoritismos. Carranza era un liberal clásico que estaba
convencido que el estado debía de participar poco en las tareas educativas, ya
que estas correspondían y era responsabilidad del municipio atender las
demandas. A finales del año de 1915 Carranza publicó a la prensa extranjera,
“México tendrá dentro de poco tantas escuelas como les sea posible edificar a
las autoridades municipales y del estado”.
Félix
Palavicini, quien fuera el encargado de la secretaría en aquel entonces, fue
evocado de ese cargo; decía que México debía imitar los sistemas educativos de
Norteamérica y Suiza. De esta manera todas las escuelas rudimentarias pasaron a
manos de los gobiernos municipales y estatales.
El 5 de febrero de 1917, fue
promulgado el artículo tercero de la constitución política de los estados unidos
mexicanos, donde estipula que la educación debe de ser laica, gratuita y
obligatoria. Con esta nueva constitución quedó totalmente desterrada la
secretaría de
instrucción pública y bellas artes y la educación pasó en su totalidad al
estado. Como resultado de este proceso, las escuelas de la capital pasaron a
depender al ayuntamiento.
A
partir de la promulgación del artículo 3° a la fecha, se ha luchado para
alcanzar una cobertura total, que la educación atienda la diversidad y así mismo
los procesos de enseñanza-aprendizaje sean de calidad y
equitativos.
Por
último, para el año de 1920 Adolfo Huerta presidente interino de México, se dio
cuenta de la situación caótica en la que se encontraba el terreno educativo
debido a la desaparición de la secretaria, por lo que pensó que la solución a
este problema sería federalizar la enseñanza. Nombró a José Vasconcelos como rector de la
Universidad Nacional de México y jefe del departamento de bellas artes y a Moisés Sáenz director general de
educación pública del distrito federal.
Adolfo
Huerta encargo a José Vasconcelos, que sacara de las ruinas el sistema educativo
mexicano. Vasconcelos convencido de que la mejor opción era la federalización,
fue uno de los principales pioneros en la creación de la SEP (Secretaria de
Educación Pública), la cual posteriormente se pondría en marcha
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